En estos días son frecuentes los programas de televisión, películas y saraos varios para rememorar el año que se va. Lo que queda del día es ya lo que queda del año, apenas nada. Y, aunque en cierto modo haya sido El año que vivimos peligrosamente, celebraremos las Campanadas a media noche y seguiremos caminando. Por siempre jamás.
Pero mis teclas se resistían a dejar a 2017 sin una despedida toguitaconada. Se la ha ganado, el pobre, con la de trabajo que nos hemos dado mutuamente. Y hoy, por una vez y sin que sirva de precedente, me guardaré la lengua viperina a buen recaudo hasta el año que viene y compartiré las cosas buenas que me han pasado, que son muchas. Porque sin las personas que os acercais cada martes y cada viernes a esta pantalla no sería posible. Pido disculpas anticipadas por ejercicio de umbralismo, pero es inevitable dar las gracias y no decir por qué.
El año empezó para mí de la mejor manera. Recién nacida mi criatura, Mar de Lija , empezaba a volar con alas propias hasta convertirse en #MarDeLijaPorElMundo. Después de la presentación en sociedad, ha recorrido varios espacios en Valencia, desde librerías como Bibliocafé, Bartebly, Samaruc (Algemesí) o Somnis de paper (Benetússer), ha estado en la Biblioteca de la Dona, y en ciudades y pueblos de la Comunidad como Cullera, Villar del Arzobispo –donde me regalaron un muro pintado en mi honor- o Requena, en Valencia, Callosa de Segura en Alicante o Borriol en Castellón y traspasando fronteras en Cáceres, Zaragoza y Teruel. También ha tenido su espacio en varias librerias, en la vida digital de Amazon , y esperemos que siga recorriendo el mundo como el baúl de la Piquer. Sin olivdar sus momentos solidarios, como en la Librería Aida y, ultimamente, en Junta Central Fallera con la asociación Alanna, aunando dos mundos a los que quiero tanto.
Pero no ha sido mi única criatura, aunque sí lo sea en solitario. Otro año más, he compartido antología con sus correspondientes peresentaciones con mis queridos compañeros de Valencia Escribe, que dimos a luz a nuestros Relatos con banda sonora, y mis igualmente queridos de Generación Bibliocafé, que estrenamos nuestro Cuánto pesa un libro. A estos colectivos añado un nuevo sueño nacido en 2017, el de las 30 Mujeres FascInantes en la Historia de Valencia, con la recién nacida editorial solidaria Vinatea, que ha sido todo un descubrimiento literario y humano. Ahora ya no podría vivir sin esas treinta deliciosas chaladas entre las que me incluyo -en lo de chalada, en lo de deliciosa está por ver-, con las que he recorrido Valencia con firmas y presentaciones.
Y todo esto esto dio lugar a otro sueño hecho realidad, el de las firmas y dedicatorias en la Feria del Libro. Atesoro preciosos momentos firmando Mar de Lija, 30 Mujeres, Relatos con Banda Sonora y Cuánto pesa un libro. Llegó un momento en que pensé seriamente alquilar una jaima para quedarme a vivir en las Feria. Y tan feliz.
Pero no solo de libros vive una toguitaconada que se precie. Y si de sueños se trata, este año viví uno de los que nunca pensé que se cumplirían: el de ser mantenedora de la Fallera Mayor de Valencia. Gracias a quienes hicieron posible que tuviera esta oportunidad de vivir algo inolvidable. Y, por qué no decirlo, de tratar de aportar mi granito de arena a la visibilización de las mujeres en el mundo de las fallas. Y gracias especialmente a Raquel, la que será mi fallera mayor ya para siempre.
Y el año me deparaba otra sorpresa agradable. El tremendo orgullo de ser designada candidata a magistrada del Tribunal Constitucional por las Cortes Valencianas. Confieso que, cuando me llamaron para proponérmelo, llegué a pensar que era una broma y a punto estuve de preguntar dónde estaba la cámara oculta. Pero fue un verdadero honor representar a la Comunidad Valenciana en la comparecencia ante el Senado y, de paso, abrir una rajita más el el techo de cristal con el que todavía andamos a vueltas las mujeres.
No fue mi última visita al Senado. Con apenas unos días de diferencia, regresé, esta vez para comparecer como experta y tratar de aportar mi granito de arena al pacto de estado contra las violencias machistas. Un nuevo honor para mí, sin duda.
Y tampoco me olvido de quienes quisieron contar conmigo para celebrar su aniversario, como feria Valencia por sus 100 años o Tyrius por sus 50. Ni de mis queridas Alanneras, que quisieron que fuera yo quien les entregara el merecido premio Bétera en Lilà por su lucha contra la Violencia de Género. Ni de quienes contaron conmigo para amadrinar sus libros, como Rosa Pastor, Susana R. Miguelez o Teresa Yusta, un gran orgullo. Con una mención especial para mi propio aniversario, las bodas de plata de mi promoción de fiscales, de cuya celebración guardo un recuerdo imborrable, por el reencuentro con compañeros y compañeras gracias, sobre todo, a nuestro fantástico número 1 y organizador Jorge.
Pero tampoco aquí acaban mis periplos toguitaconados. He tenido el placer enorme de ser invitada –y espero que hasta escuchada- para hablar de igualdad y violencia de género en los más diversos sitios, desde institutos u hospitales hasta Ayuntamientos o Institutos de la Mujer. Sin olvidarme de los Colegios de Abogados: Valencia, Oviedo, Bilbao, Zaragoza, León y su delegación de Ponferrada , Cáceres o el Consejo General de la Abogacía. Gracias de nuevo por contar conmigo.
Y hasta premios ha habido, que no nos falte de nada. Recibí encantada el primer premio de literatura breve de la Fundación Hugo Zárate y el premio de narrativa Vila de Mislata. Pero que nadie se crea que esto es llegar y besar el santo, que más bien se trata de echar muchos huevos en la cesta. De esos, algunos me dieron la alegría de ser finalista, como el certamen Beatriu Rivera del Ayuntamiento de Valencia –que ganó una querida amiga-, el de microrrelats per la igualtat de Alzira, el de Galería de cuentos de Valencia Escribe, y, varias veces, en el concurso mensual de la Radio en colectivo. A ver si este año cae el premio, que digo yo que quien la sigue la persigue.
Con Mi toga y Mis Tacones alcanzó las 260.000 visitas –guauuuu-, su página de facebook los 5200 seguidores y mi cuenta de twiter los 8000 followers. Gracias a quienes contribuis con ello a buscar un mundo más justo, donde seamos #CadaVezMasIguales. Y gracias también a los medios de comunicación que me han apoyado de uno u otro modo, dándome un espacio –Tribuna feminista, El Mundo, Confilegal, El Periodico de Aquí, Informavalencia, diario 16- o haciéndose eco de mis andanzas o de mis opiniones, por escrito, en radio o en imagen.
Y si alguien piensa que no he hecho otra cosa, se equivoca. La mayoría de mi tiempo sigo dedicándolo, con mi toga y mis tacones, a ejercer esa profesión que amo, la de fiscal. Y militando en la asociación a la que pertenezco, la UPF, y en Mujeres Juezas, otro de los felices descubrimientos del año. Y así pienso seguir, salvo que una editorial famosa convierta mi próximo libro en un best seller. O no.
Por último, no quiero olvidar el plano personal. Como cualquiera, tiene su parte agridulce. Perdí a un ser muy querido, mi tía Marina , aunque su sonrisa y su espíritu se quedaron conmigo. Ha habido gente que ha entrado en mi vida, o que ha permanecido y se ha afianzado en ella. Y también hay quien se aleja, aunque siempre habrá una oportunidad para reencontrarse. Y he celebrado el nacimiento del hijo de una querida amiga, que representa a todas esas personitas nuevas que pueblan nuesto mundo de esperanza.
El broche final vino al descubrir mi inclusión en la Wikipedia -paracerá tonto, pero qué subidón-. Y con la colaboración en un proyecto que me encanta, el de la Fundación Soledad Cazorla, amadrinando un décimo que os animo de nuevo a adquirir- y sí, ya sé que soy pesada, o mejor, tenaz-
Y 2018 se acerca lleno de proyectos, algunos de ellos a punto de caramelo.
Así que hoy el aplauso es para quienes lo haceis posible. Gracias por vuestra paciencia de leerme, de escucharme, o de darme un abrazo real o virtual. Nos vemos en 2018.
PD Espero no haberme olvidado de nadie. Si es así, disculpas anticipadas y hacédmelo saber. La pestaña de editar existe, como Teruel.
Reblogueó esto en Meneandoneuronas – Brainstorm.
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