Carta a los Reyes; esta sí que sí


                ¿Qué sería del mundo sin la ilusión de la Navidad? Se llamen Reyes Magos, o se tate de Papá Noel, las niñas y niños de todo el mundo esperan por estas fechas sus regalos, jurando y perjurando que se han portado bien. El mundo del cine se hace eco de ello, aunque es verdad que Los Reyes Magos pierden por goleada frente a Santa Claus en cuanto a protagonizar películas. Cosas de nuestra cultura audiovisual, que bebe más de fuentes anglosajonas que de otras. Pero, al fin y al cabo, el Espíritu de la Navidad es siempre el mismo.

                En nuestro teatro la Navidad se nota poco, salvo por la rebaja de los señalamientos y, desde hace un año, la “inhabilitación” de esos días que, con las vacaciones escolares, convertían la conciliación familiar en un deporte de alto riesgo

                Hoy, como cada año, en Con mi toga y mi tacones, que somos más fan de los Reyes Magos, les escribo mi carta. Y como es una carta toguitaconada, pediré las cosas que afectan a nuestro escenario, que de pedir la paz en el mundo ya se ocupa mucha más gente. Aunque, visto lo visto, con bien pobres resultados.

                Como no podía ser de otro modo, lo primero que hay que pedir es la renovación del Consejo General del Poder Judicial, que casi lleva más tiempo en funciones que el plazo para el que fue elegido. Y ya sé que no debería pedirse a los Reyes porque hay mecanismo establecido para ello, pero, como quiera que no hay manera de que del modo que tendría que ser natural no hay manera, tendremos que acudir al sobrenatural. Que ya sabemos que los Magos de Oriente todo lo pueden.

                Otra de las cosas que es necesario pedir es algo que no es directamente para Toguilandia, pero con la cual Toguilandia mejoraría y sobre todo descansaría. Y no es otra cosa que convencer a todo el mundo y, sobre todo, a la clase política, de que el Derecho Penal es de verdad la última ratio y no la primera. Es decir, que los asuntos no se solucionan yendo al juzgado a denunciarlo todo. Que, aunque parezca una perogrullada, lo que es delito es delito, y lo que no, no. Y usar la fiscalía o los juzgados como el comodín del público nos da más trabajo del que nos podemos permitir. Que ya tenemos bastante con lo que tenemos.

                Y hablando de lo que tenemos, habrá que hablar también de lo que no tenemos, que son tantas cosas que necesitaría varios tomos de la enciclopedia Espasa para detallarlo. Pero que nadie se asuste, que tengo una buena capacidad de síntesis, y podría resumir lo que necesitamos en una sola palabra: todo. O bien, emulando a Jesulín de Ubrique, podría expresar nuestras carencias en dos palabras_ Im presionante.

                Pero concretaré un poco más. Necesitamos más juzgados, con su magistrado o magistrada, su LAJ y sus funcionarios, más plazas de fiscalía, y una equitativa distribución de unas y otras. También necesitamos la mejora de algunas sedes que las hay que están que se caen a pedazos. Y, ya puestos, darle una repensada a la planta judicial que hay algunas cosas, sobre todo en cuanto a la reciente comarcalización de los Juzgados de Violencia sobre la Mujer, que claman al cielo.

                Y, por supuestísimo, pedimos a gritos la implantación racional de las nuevas tecnologías, que cuando nos llegan a Justicia ya son vejas. La gente que no es habitual de nuestras funciones alucina, pero todavía usamos cosas como el fax, la valija, el telegrama o el correo certificado con acuse de recibo, ese famoso papelito rosa. Tan rosa como los de los mandamientos de devolución, otra antigualla. O los cuños, que son pieza esencial por estos lares. Lo crean o no. Pero he de insistir en que esas cosas se hagan racionalmente, que de podo sirve que se empeñen en que hagamos declaraciones por videoconferencia si luego las videoconferencias tardan una media de cuarenta minutos en conectarse. Y eso si se logra, que no es siempre.

                Al hilo de esto, no estaría de más pedir una nueva ley de enjuiciamiento criminal que la que tenemos ya se ha ganado más que de sobra la jubilación, que después de 130 años ya les vale. Ahora bien, eso hay que pedirlo con la boca pequeña, que el papel es muy sufrido, y no vayamos a encontrarnos que nos cambian todo y no nos dan medios para llevarlo a cabo.

                ¿Y por qué digo esto? Pues porque veo venir que cualquier día nos caiga la instrucción para el Ministerio Fiscal y no nos den ni plazas, ni medios materiales, ni funcionarios ni na de na. Y eso sí que no. A mí si los Reyes me traen la Instrucción me parece estupendo, que ya lo hacen así en toda Europa y no ha venido el Apocalipsis, pero con las reformas que hagan falta, medios y dignidad. Porque si no es así sí que se nos caerá la justicia a pedazos.

                Y hasta aquí mi carta. No he pedido posits ni bolis como otros años, pero no porque tenga, sino porque ya he desistido y me los compro en el Todo a cien.

                Solo me queda el aplauso. Y ese será esta vez para Sus Majestades… pero cuando veamos si cumplen, que nos tienen muy abandonaditos

                Y, por supuesto, la ovación extra para @madebycarol, que me ha cedido una vez más su ilustración

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