Nueva criatura: El coche de bomberos


          Todas las familias crecen, y la nuestra no iba a ser una excepción. Y, además de crecer, cada criatura adquiere vida propia, aficiones propias, forma de ser propia. Todos los niños han soñado alguna vez con conducir un coche de bomberos. Tal vez por eso las series y películas se ocupan con frecuencia de esa profesión, tanto como héroes de grandes tragedias, como ese Coloso en llamas que vi. en mi adolescencia y que nunca olvidaré, como para reflejar su vida diaria, como Chicago Fire y tantas otras.

En nuestro teatro no cabe duda que, dadas las tragedias que vemos más veces de las que quisiéramos, aparecen en nuestros expedientes informes de bomberos con una cierta frecuencia. Pero hoy no quería hablar de eso, sino de algo también relacionado con esa hermosa profesión a la vez que conmigo y mi vida toguitaconada. Mi nueva criatura, El coche de bomberos.

Mi coche de bomberos nació en mi cabeza antes de que yo me diera cuenta. Corría el año 2017 cuando tuve el inmenso honor que el cuerpo de bomberos del Ayuntamiento de Valencia quisiera contar conmigo para que escribiera un relato en su libro de fiestas, un relato que tuviera que ver con su profesión y con la igualdad y el acceso a las mujeres de la misma. Así nació Ideas de bombera , ese cuento que me dio tantas satisfacciones y que me supuso un reconocimiento de Bomberos Valencia que tiene un lugar de honor en mi casa y en mi corazón.

Los coches de bomberos que vi aquel día ya lejano se quedaron en mi disco duro, e hicieron que un buen día apareciera la semilla de lo que hoy es mi nueva criatura. En este mismo escenario estrené el primer Coche de bomberos, un cuento de Navidad que nació con intención de convertirse en algo más grande.

Hoy, esa criatura ha visto por fin la luz. Ni los obstáculos, ni el trabajo, ni esa pandemia que todo lo trastocó han impedido que saliera adelante, y hoy es una realidad. Editado por Talón de Aquiles –que ya ha editado otras de mis criaturas- e ilustrado por mi imprescindible @madebycarol, cuenta la historia de una niña que quería que los Reyes Magos le trajeran un coche de bomberos como el de su primo y no las muñequitas que le decían que tenía que pedir. Esa historia traerá otra, que no voy a contar para no hacer spoiler, pero que espero que haga las delicias de personas y personitas de 8 años en adelante. O de menos, con un poquito de ayuda. Y, si además de gustarles, contribuye a enseñarles que mujeres y hombres somos iguales y que podemos ser lo que queramos con independencia de nuestro sexo, objetivo conseguido.

La presentación no podía tener mejor escenario, el parque de bomberos de Valencia, ni público más adecuando, niños y niñas de 7 y 8 años además de bomberas y bomberos que nos han tratado, a mí y a mis criatura, mucho mejor que bien. No puedo tener más que palabras de agradecimiento y seguro que la pequeña Celia, desde las páginas de mi libro, no se ha perdido ni una de las explicaciones que nos han dado. Incluso juraría que he notado como abría muy bien los ojos para ver todos los coches de bomberos que nos han enseñado. Creo que hoy su carita dibujada en la cubierta del libro sonríe más, y que no se le va a borrar esa sonrisa.

Esta presentación ha sido un regalo de la vida, que he sido muy afortunada de recibir. Espero que las aventuras de Celia y su anhelado coche de bomberos estén a la altura de tanta atención, y que aporte su granito de arena a ese camino por la igualdad que nos comete a todas y a todos.

Por eso no me queda más que reiterar el agradecimiento e invitar a todo el mundo a que conozca a Celia y a su coche de bomberos, que podéis encontrar en librerías, plataformas o la Web de la editorial.

Aunque no me olvido del aplauso. Que hoy, como ni podía ser de otra manera, va dedicado a todos los bomberos que han hecho posible este sueño y, especialmente, a esas bomberas que son el referente para muchas niñas del mañana. Mil gracias otra vez.

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