El deporte está muy relacionado con el mundo de la farándula. Y cada día más, teniendo en cuenta la cantidad astronómica de dinero, proporcional al revuelo mediático, que provocan algunas figuras balompédicas. Han heredado el fenómeno fan de tal manera, que el fanatismo ha llevado a cosas tan absurdas como no solo obviar la condición de presunto delincuente de alguno sino jalearlo a la puerta del jugado.
Aunque no toda relación entre espectáculo y deporte es de este tipo. Hay quien aprovecha la condición de personajes conocidos para embarcarse en acciones solidarias, ya sea con carácter permanente, -a través de asociaciones como Non Stop– o bien con acciones puntuales, como partidos benéficos. Ole por ellos.
Y las estrellas del espectáculo también practican deporte, muchas de ellas con buenos resultados. No olvidemos a Jane Fonda, que puso de moda el aerobic, o a Madonna, que convirtió el running –antes footing, y antes de antes, correr, como se ha llamado toda la vida- en una verdadera moda.
¿Y qué hay de nosotros? ¿Practican deporte las togas? Pues sí, no lo pongamos en duda. Muchas compañeras cambian por un rato toga y tacones por chándal y deportivas, y se lanzan a gimnasios, carreteras o montes para correr, trotar, andar, saltar o lo que sea preciso. Y otro tanto hacen los mocasines, no creamos. Que tantas horas delante de un ordenador –cuando funciona, claro- o ante expedientes pasa factura al cuerpo si no le echamos un poquito de gasolina aeróbica –o anaeróbica, que soy de letras y nunca las distinguí bien-
Pero no hace falta siquiera que nos pongamos las mallas o el pantalón corto para eso. La gentileza de los responsables de la Administración de Justicia es infinita, y su afán por cuidar de nuestra salud de sobra conocida. ¿Alguien lo duda? Pasen y lean. Varios nuevos deportes pugnan por abrirse paso y convertirse en disciplina olímpica para los próximos juegos.
El primero de ello, muy en boga estos días, es el salto con pértiga para sortear los expedientes que nos dejaron como souvenir las vacaciones. Se dice que hay verdaderas maestras en el tema, y yo me pongo a ello, que no se diga. Asimismo hay una nueva modalidad de escalada, la que se hace con casco de minero y piqueta para conseguir asaltar la cima del Justiciest También conozco a quien se está empleando a fondo en ello.
Y si lo que se prefiere son los deportes de aventura, también estamos de suerte. Su pueden atravesar las pilas de procedimientos machete en ristre al modo Indiana Jones, En busca del expediente perdido. Incluso se pude practicar el tiro olímpico para conseguir despejar el terreno, aunque los resultados no sean demasiado recomendables. Tal vez habrá que afinar un poco la puntería.
Y ahí no acaba la cosa. Una vez logrado el primer objetivo, como si de una suerte de Pentatlon se tratara, nos obsequian con nuevas pruebas. En primer lugar, la halterofilia, emulando a Lydia Valentín cuando los tomos son muchos y logramos alzarlos de golpe. Y su antítesis, la de lanzamiento de peso, que se puede ejercitar fácilmente tratando de colocar desde la silla a la mesa los expedientes, una vez despachados. Y que va en busca de récord olímpico cuando lo que pretende es que salgan definitivamente del juzgado o del despacho. Aunque, en ese caso, aflora algún precedente australiano desconocido y cobra efecto boomerang. Que, como dicen unas compis tuiteras, no hay mayor fidelidad que la de un procedimiento que se tuerce: te busca, te encuentra, te espera, te reforma, te apela y, si te descuidas, hasta te casa.
Y, cuando una tiene ganas de hacer el Pentatlon entero, de nuevo nuestra excelsa Administración acude a nuestro rescate. Y podemos practicar la gimnasia rítmica hasta el virtuosismo contorsionándonos para llegar al armario, alcanzar la ventana o colocar algún cartón para tapar los chorros de aire acondicionado, cuando le da por salir como si de un Huracán se tratara. Y, aunque no es recomendable correr entre los pasillos, la solución también nos la ponen en bandeja, haciendo que los ascensores no funcionen y supliendo el running por un sanísimo ejercicio de subir y bajar escaleras.
Así que no vuelvan a decir que somos sedentarios. De eso, nada. Un montón de deportes esperando la homologación de sus records son practicados con toga o sin ella a diario. Eso sí, en franca competencia con abogados y procuradores, que corren como locos de un lado a otro en busca de ese juzgado donde, por esa implacable ley de Murphy, han señalado el mismo día que se tiene guardia en un sitio y declaraciones en otro, a veces a muchos kilómetros. Y en ese caso está la alternativa de practicar motociclismo o automovilismo, que también son deporte.
Por todo ello y, mientras descanso del esfuerzo, hoy en vez de aplauso voy a dar dos medallas de oro. A esas dos compis tuiteras cuyo ingenio fue inspiración de este estreno, @Kinotofukasuka y @lcroldan. Y con ellas, a todos los que practicamos el esforzado deporte de la vuelta al trabajo. Como ser jurista y no morir en el intento.
Cinco minutos de descanso.
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Elena Regúlez Morales BARREDA & REGÚLEZ Abogados
Modesto Lafuente, 8 28010-Madrid
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