PRESUPUESTOS: EL PRECIO ¿JUSTO?


presupuestos

Todos hemos oído alguna vez eso de “pagar el precio de la fama”. Cuando un artista o famoso o famosuelo por cualquier razón se ve sorprendido por un Objetivo Indiscreto, o se ve sometido a las opiniones de cualquiera por algo que ha hecho o ha dejado de hacer en su vida, se dice que está pagando el precio de la fama. Como dije en mi anterior post, parafraseando a la profesora de Fama, la fama cuesta, y hay que pagarla.

Pero este es el precio simbólico, y hay otro precio mucho menos metafórico, y más real. El precio de verdad, el dinero que hace falta para pagar a los artistas, el decorado, los guionistas y todo lo que rodea el espectáculo, hasta el catering. Lo que puede llegar a diferenciar una función mediocre de una laureada con muchos premios. ¿O acaso alguien cree que un guión tan simplón como el de Titanic se hubiera llevado tantos Oscar si no hubiera tenido un presupuesto tan titánico como su nombre indica? ¿O que el Parque Jurásico no hubiera pasado en ser una más de dinosaurios si el presupuesto no hubiera sido tan gigantesco como el Tyranosaurius Rex?

Pues eso es lo que pasa en nuestro teatro. Quisiéramos hacer una obra maestra, una función que fuera digna de todos los premios del mundo. Y, de hecho, contamos con los mejores guiones y con intérpretes de primera fila, con grandes dosis de vocación y con una ilusión a prueba de bala, por más que a veces cueste tanto mantenerla. Pero algo falla. Y ese algo no es otra cosa que el dichoso presupuesto, ese corsé en que se mete el gasto que se ha de hacer en justicia, un corsé tan apretado que ni la Mamita de Lo que el Viento se llevó creo que pudiera ajustar.

¿Que pedimos grapas, cuños, posits o carpetas? No hay dinero. ¿Qué tenemos que hacer nuestro trabajo a 40 grados porque el aire acondicionado no funciona en pleno mes de julio? No hay dinero. ¿Que hace falta más jueces, fiscales o funcionarios? No hay dinero. ¿Qué hay una baja y hacen falta sustitutos? No hay dinero. ¿Qué los ordenadores funcionan a pedales, si lo hacen? No hay dinero. Y así una cosa y otra y otra. Y cualquiera rueda un filme en condiciones. Que ya me gustaría a mí ver cómo se las apañaba el director de Memorias de Africa para rodarla en un sótano o el de StarTrek o La Guerra de las Galaxias si hubiera de hacer las naves con cajas de cerillas.

Y ahí seguimos. Esperando cada año como si no hubiera un mañana que esos sesudos señores que hacen la ley de presupuestos se acuerden de nosotros, como ya les pedimos en nuestra carta a los Reyes Magos. Pero nada. Predicar en el desierto, que diría mi madre.

Pero una no pierde la ilusión, y mira a ver si esta vez se han acordado de nosotros, como Santa Claus se acordaba cada año de aquella diminuta Natalie Wood de De Ilusión también se vive a pesar de que ella no creía en él. Y va y no. De eso nada.

¿Recuperaremos alguna vez aquellos juzgados que se crearon pero nunca entraron en vigor? ¿Tendrán los JAT y los FAT (Jueces y fiscales de adscripción temporal) plazas definitivas? ¿Nos devolverán a los sustitutos perdidos? ¿Crearán plazas suficientes para poder trabajar en condiciones? ¿Arreglarán las sedes que se caen a pedazos?. Pues no, no, no y no. Parece que tendremos que esperar otro año, y otro, que el cinturón ese que había que apretarse a unos nos ciñe más que a otros, y a nosotros nos sigue teniendo con la lengua afuera y morados a costa de no poder respirar. De hecho, como apunta un opositor tuitero y desesperado, ni siquiera hay manera de desentrañar de la lectura del proyecto de ley de Presupuestos si las plazas de oposición para jueces y fiscales van a ser 100 o 150. Que me temo que será lo primero, claro, porque aquí siempre hay que ponerse en lo peor. Y encima, querrán que nos pongamos a echar cohetes.

Así que me da que nos habremos de conformar, una vez más, con decir eso de Amanece, que no es poco, y seguir dando una función de serie B cuando podríamos hacer una obra maestra.

Por eso hoy, una vez más, propongo al público una ración dual de ovaciones y abucheos. Los primeros, para los que intentan hacer la mejor de las representaciones pese a todo. Los segundos, para los que se lo impiden. A buen entendedor…

1 comentario en “PRESUPUESTOS: EL PRECIO ¿JUSTO?

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s