ANIVERSARIOS: CELEBRACIONES VARIAS


                A los artistas les gustan las fiestas, como a todos. Y no pierden oportunidad de celebrar alguna, sobre todo aprovechando que se celebra algún aniversario con número redondo. Y los cumpleaños, cómo no, dan para mucho en la farándula. ¿Quién no recuerda aquella Marilyn del “Happy Birthday Mr. President”?

                Pues en nuestro teatro gustan como nada estas celebraciones. Cualquier excusa parece buena para hacer una fiestecilla o para darse pisto, por qué no negarlo. Y por menos de nada nos montamos un sarao de los nuestros, con mucha toga, mucha pompa, y mucho de todo. Bueno, mucho de todo menos cercanía al ciudadano, que de eso nos falta un rato.

     IMG-20150106-WA0018

          Por aquí por mi tierra, sin ir más lejos, acabamos de asistir a una de esas celebraciones: el décimo aniversario de la Ciudad de la Justicia. Que hubiéramos celebrado más a gusto si en vez de todo ese fasto, nos hubieran dado para conmemorarlo unos modernos equipos informáticos, por ejemplo, o unos simples bolígrafos, grapadoras o post-its de esos que pedíamos en la carta a los Reyes. No hubiera estado mal que los repartieran a la salida, como los puros en las bodas. Pero mucho me temo que nos quedan unos cuantos cumpleaños hasta que se cumplan nuestros deseos. O mejor dicho, nuestras justas aspiraciones.

           Pero no sólo los edificios cumplen años. Las leyes también lo hacen, y, al menos respecto a algunas, también gusta celebrarlo. Recuerdo que mi primer Código Civil tenía por subtítulo “el centenario de una gran obra legislativa”, ahí es nada. Y hace apenas unos días estaban dándonos la lata por activa y por pasiva con el décimo aniversario de la Ley Integral contra la Violencia de Género. Y sea por muchos años, faltaría más.

          Sin embargo, en otra galaxia muy lejana, otras leyes permanecen y aguantan el paso de los años con achaques por doquier sin que nadie celebre sus cumpleaños, no vaya a ser que nos percatemos de que están pidiendo a gritos su marcha al balneario de las leyes derogadas. Ancianita y achacosa está nuestra ley de Enjuiciamiento Criminal, que ya tiene más de cien años, al igual que la Ley de Indulto, o la de préstamos usurarios, y ya ronda los cuarenta el reglamento que desarrolla el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal, por arrimar el ascua a mi sardina. Pero de éstas no toca celebración, que no están las pobres para aguantar mucho jolgorio.

         Pues bien, también nuestro teatro tiene ahora su fiestecita: nada menos que medio año de sesión continua, dando funciones dos veces por semana, con ya más de cincuenta representaciones, y superando ya las 34.000 visitas, nada menos. Y tan frescos, mientras queden ganas y el cuerpo aguante, que para eso estamos mi toga, mis tacones y yo misma, con todos mis personajes, que siempre me acompañan.

      Así que, arriba esas togas, que estamos de fiesta. Prometo no montar ningún pomposo evento con togas, becas, medallas y cortinajes rojos. Que no hay mejor celebración que seguir peleando para que la justicia sea eso, justicia. Con toga, con tacones y con lo que se presente.

        Y a ver quién es el guapo, o la guapa, que me canta el Happy Birthday… Igual supera a Marilyn. En nuestro teatro estamos esperándolo ansiosos. ¿Alguien se anima? Nos guardamos el aplauso para entonces.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s