Paradojas: lo que es y no es


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Valga la paradoja. Algo que repetimos con mucha frecuencia y que con mucha más frecuencia aún vivimos. En el escenario y fuera de él.

El mundo del espectáculo está lleno de ellas. La rubia por antonomasia, Marilyn, no era rubia. El más esteorotípico de los galanes de comedia romántica, el Gigante Rock Hudson, resultó tener un papel en la vida bien distinto, aunque no por difícil menos lucido. Y el salvaje oeste de muchos westerns resultó no ser otra cosa que el desierto de Almería. Como decía, paradojas de la vida.

Y nuestro teatro también está llena de ellas. Por casualidad, por improvisación o por lo que sea, las paradojas nos inundan. Si no fuera así, no sería comprensible que se llamara Procedimiento Abreviado un tipo de proceso que puede durar muchos años y tener muchos tomos, que a veces parece una broma. Como broma parece también que se regule como un procedimiento especial, cuando por él se tramitan más de un noventa por ciento de las causas penales, frente al llamado “ordinario”, el sumario, que ha pasado a convertirse en extraordinario. Y también se convierten algunas veces en paradoja los llamados “juicios rápidos” que, aunque las más de las veces lo son, en otras se transforman en juicios ralentizados. ¿Acaso hay algo más paradójico que haber tenido que apreciar la atenuante de dilaciones indebidas a un procedimiento iniciado por juicio rápido?

Y si de paradojas hablamos, no hay otra más evidente que el dichoso papel 0 , que solo para hablar de él ya ha hecho verter ríos de tinta. Lo que se suponía iba a ser la desaparición del papel ha traído consigo que, si Lexnet  y las notificaciones llegan correctamente a su destino –que ya es mucho- los juzgados gasten mas papel que nunca, a base de imprimir todo lo que llega y se tiene que incorporar físicamente al procedimiento, por más que nos cuenten otra cosa. Y es que la digitalización no necesariamente viene de digital, sino tal vez de “dedos”, los que se tienen que utilizar para darle al print y a la impresora. Cuestión de saber interpretar las cosas. ¿Y qué decir de esa ley de reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, autodenominada de agilización, y que supone una paradoja en sí misma? ¿O no es una contradicción en sí misma eso de pretender agilizar y prohibir por ley la dotación de medios?

Pero si hay una institución donde la paradoja esté instalada, ésa es aquella donde habita mi vida toguitaconada, el Ministerio Fiscal. O el Misterio Fiscal, como dicen algunos no sin razón. No es extraño que quien está más alejado de este mundo de togas y puñetas piense que nos dedicamos a los impuestos, por eso de “fiscal”, y que algún amigo se empeñe en que le hagamos la declaración de la renta. Pero eso no es todo. Cuando una intenta explicar lo de nuestras categorías, a la gente se le empiezan a poner los ojos como platos. Abogados fiscales, fiscales y fiscales de sala. Pero resulta que los abogados fiscales no son abogados sino fiscales, pero no fiscales con categoría de fiscal. Y los fiscales de sala, equivalentes en categoría a magistrados del tribunal supremo, no son los fiscales del tribunal supremo, porque hay fiscales del tribunal supremo que son fiscales-y no fiscales de sala- y fiscales de sala que no están en el Tribunal Supremo. Un galimatías. Y si a eso unimos la posibilidad de que haya fiscales ocupando plaza de abogado fiscal y viceversa, la cosa se pone que ni Cuarto Milenio. El Misterio Fiscal más misterio que nunca.

Pero nuestros colegas los LAJ no se andan a la zaga. Con su cambio de denominación resulta que son Letrados de la Administración de Justicia. Y claro, si los Abogados –y abogadas- son también letrados y letradas, y también ejercen en el ámbito de la administración de Justicia, la cosa se pone difícil. Otros que son Letrados sin serlo. O más bien lo somos todos, por aquello de ser quienes sabemos de letras. Tampoco era más afortunado lo de secretario judicial, sobre todo cuando se anteponía el artículo femenino –la secretario judicial-, otra contradicción en sí misma. Correcto pero extraño. Aunque eso sí, se han desprendido de esa rémora que hacía pensar a más de uno que eran las secretarias del juez, y que tan mal sentaba, y con razón.

Otra de las paradojas de nuevo cuño es la condición de investigado en lugar de la de imputado, utilísima como sabemos para luchar contra la corrupción. ¿Cómo se puede estar investigando a alguien que no es investigado? Quien lo entienda, que lo compre.

Y es que a veces pienso que no podía pasar otra cosa, cuando el propio Ministerio nace con el nombre de Ministerio de Gracia y Justicia, cuando maldita la gracia que la Justicia hace a algunos, especialmente si se es investiga aunque no sean investigados o se les imputa un delito aunque ya no sean imputados. Otro Expediente X.

Así que hoy no hay aplauso, sino una enorme cara de sorpresa. La que se nos queda cada vez que nos encontramos estas cosas. Eso sí, los tomates pueden lanzarse en la dirección adecuada. No seremos ni yo, ni mi toga o mis tacones quienes caigamos en la paradoja de impedirlo.

Eso sí, un aplauso extra a @Manuelperezpi por prestarme su foto y su toga en ella. Una paradoja en sí misma

 

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